viernes, 1 de marzo de 2013

EL ARMA SECRETA DE LOS ESTADOS UNIDOS



Trabajé en Nueva York unos meses, antes de que me disuadieran las enormes cucarachas de mi escalera y la nieve negra amontonada en los bordillos de las aceras. Compartía un pequeño piso de Melrose Ave con otros dos tíos, uno de ellos médico uruguayo en prácticas en el hospital Mount Sinai.

Un día, este futuro médico me enseñó unos dibujos que le había mandado su hermano menor desde Montevideo. Eran ilustraciones formidables, en una época que (al contrario que ahora) se empleaban grandes ilustradores en publicidad. Me parecieron dibujos tan buenos, que se los llevé al director creativo de mi agencia, Ogilvy and Mather.

Este creativo, natural de Canadá, se entusiasmó tanto, que me preguntó si el chico en cuestión estaría dispuesto a mudarse a Nueva York. No lo sabía y olvidé preguntar a mi compañero de piso. Los siguientes dos días, el director creativo volvió a interesarse por el chico planteé la cuestión, advirtiéndole de que la agencia estaba muy interesada. Tanto así, que él llamó a Uruguay ese mismo día.

Menos de un mes más tarde, el joven dibujante uruguayo llegó a Nueva York con un contrato legal de trabajo por un año. Su talento le abrió las dificilísimas puertas legales de los EE.UU., que millones de hispanoamericanos sueñan con que se les abran.

¿Alguien cree que este suceso habría tenido lugar entre nosotros?

ATRAER Y ENCAUZAR EL TALENTO ES LA PRINCIPAL ARMA SECRETA DE LOS ESTADOS UNIDOS.