lunes, 4 de febrero de 2013

NADIE PODRÍA ESCRIBIR “HARRY POTTER” EN ESPAÑA.


Llevo siete años sin publicar, en parte voluntariamente. Pero todavía me siguen escribiendo para encomiarme o, sobre todo, para preguntar por mis libros o consultarme sobre el oficio de escritor.
A todo el que me habla de su vocación literaria, le aconsejo que trate de contactar con editoriales en español de Miami o Londres, porque en España no pagan los derechos de propiedad intelectual; es decir, la mayoría de las editoriales de Barcelona fingen pagar los derechos, pero calculando las liquidaciones en base a los movimientos con los distribuidores, y consignan “devoluciones” imposibles de libros (en realidad, las devoluciones provisionales de los distribuidores), porque liquidan lo contratado solamente sobre la base de un 30% del P.V.P. del libro. 

Algunas de las liquidaciones que me hizo Roca Editorial presentaban saldo NEGATIVO PARA MI; o sea, que YO TENÍA QUE PAGAR, habiendo vendido más de 2.000 ejemplares de ese libro en concreto.  Los contratos no hablan de ninguna posibilidad de esa clase. De todo lo que se habla en los contratos es del porcentaje que le corresponde al escritor del precio de venta el público de su libro, que para eso lleva impreso tal precio en la portada. Esta situación es posible porque la ley española de propiedad intelectual es gravemente defectuosa; entre otras lindezas, no considera delito que las editoriales incumplan sus contratos. Si un escritor estafado como yo decide denunciar a la editorial, sólo conseguiría que un juez dictaminara un juicio de faltas, donde la editorial sólo podría ser castigada a pagar una multa y JAMÁS a DEVOLVER LO ROBADO AL ESCRITOR.

En estos siete años de agonía, porque Roca Editorial debe de haberme robado unos 125.000 euros de mis derechos de propiedad intelectual (y me veo obligado a sobrevivir con 500 euros de pensión), he recurrido a la policía, Moncloa, La Zarzuela, el ministro de industria, el defensor del pueblo, el parlamento, todos los parlamentarios, la generalitat y el defensor del pueblo europeo. Los pocos que me respondieron indicaron “denuncie usted”, cuando todas esas personas deberían saber que los escritores, SEGÚN LA LEY ESPAÑOLA, no tenemos derechos legales. AL DENUNCIAR, SOLAMENTE PERDEMOS... LOS COSTOS DE LOS PROCESOS, QUE YA SABEMOS LO MUCHO QUE SUMAN.

POR CONSIGUIENTE, salvo dos o tres escritores que amarran muy bien sus derechos mediante registros notariales y demás, quienes publicamos en España cobramos en realidad MENOS DEL 3% DEL PRECIO DEL LIBRO, es decir MENOS DE LA TERCERA PARTE DE LO QUE NOS PERTENECE. Por consiguiente, nadie podría financiarse dos o tres años de investigación, estudio, composición y demás como para producir obras muy trabajadas como Harry Potter, el inefable Código, “El señor de los anillos” o “Los pilares de la tierra”.

Llama la atención que algunos escritores españoles muy consagrados, se vean a obligados a escribir artículos en los periódicos para sobrevivir. ES QUE SEGÚN LA LEY ESPAÑOLA DE PROPIEDAD INTELECTUAL, NO PUEDEN EXISTIR ESCRITORES PROFESIONALES EN ESPAÑA. ES DECIR, ESCRITORES QUE PUEDAN DEDICARSE EXCLUSIVAMENTE A ESCRIBIR, QUE ES LA ÚNICA FORMA DE PROFESIONALIZARSE.

Para expresarlo con la cruda realidad, yo gasté en la preparación de “Los pergaminos cátaros” más del cuádruple de lo que Roca Editorial me pagó en total por este libro. Viajé extensamente por el Languedoc y el Valle de Arán, leí más de 30 libros, consulté a las facultades de historia de Francia y Bulgaria, etc. Etc. Si tuviera que escribir de nuevo algo de ese tipo, y contando con la estafa permanente de las editoriales españolas en general, de ninguna manera dedicaría año y medio de mi tiempo y tantos medios y dinero a prepararlo.