lunes, 21 de enero de 2013

LA GENIALIDAD. Fruto de la inexperiencia.



Ignoro si habrá muchos estudios que teoricen sobre el surgimiento de la genialidad; pero por lo que he visto, es frecuente que se inventen modos y procedimientos cuando uno está poco preparado para el trabajo que pretende hacer y nada familiarizado con los medios.
He visto a fotógrafos que, al comprar un equipo nuevo y no conocer su uso, exploraban hasta descubrir métodos que no figuraban en los manuales. HABÍAN INVENTADO VERDADERAMENTE, COMO PROBABLEMENTE HABRÁN HECHO LOS GENIOS QUE AL NO “TRAGARSE” LO QUE LES ENSEÑABAN SUS MAESTROS; DISCREPABAN BUSCANDO SUS PROPIAS SOLUCIONES. Y AL ENCONTRARLAS, FUERON DECLARADOS GENIOS.

Estoy seguro de muchos descubrimientos han seguido ese camino. He asistido a muchos de ellos. En el cine, podría decirse que la genialidad de “Ciudadano Kane” surgió de la inexperiencia y el desconocimiento de Orson Welles. Otro director al que un cámara le hubiera dicho “no se puede filmar bajo techo” habría respetado la limitación sin más. Welles dijo “¿no se puede filmar bajo techo? Ya veremos”

Este caso se ha dado inifinidad de veces en todos los campos. Yo los he visto en publicidad, cine y en televisión.

Los españoles, tan varios, tenemos buenas aptitudes para inventar. Pero nos han machacado nuestros pensadores. Cada vez que he leído “que inventen ellos“ o “el deporte más fatigoso que hago es subirme a los taburetes de los bares” me he puesto de los nervios. Los que manifestaban públicamente esas ideas eran irresponsables y merecían la cárcel. Propagaban la pereza, la abulia, el alcoholismo y otros males de nuestro tiempo.

Otro día, habría que hablar de los efectos políticos, industriales, literarios y económicos del pesimismo propagado por la Generación del 98.