sábado, 3 de octubre de 2009

NUNCA ACABAREMOS CON EL NARCOTRÁFICO


Ayer detuvieron a agentes del orden/narcotraficantes en dos provincias del sur. Noticias alarmantes como éstas las leemos con cierta periodicidad.
Es evidente el poder de “persuasión” de un poder económico que aseguran que es mayor que todas las economías del mundo juntas. El poder implacable de los narcotraficantes compra no sólo a camellos de mala muerte, sino a policías, periodistas, jueces ¿y políticos?
Además, es la pescadilla que se muerde la cola. Si grandes organismos “viven” y medran persiguiendo el tráfico de drogas, es lógico que no quieran verdaderamente acabar con la actividad que les da tantas ganancias “combatiéndola”. Mientras el tráfico asesino de la droga continúe, ellos pueden seguir disfrutando su estatus.
Los Escobar y otros poderosos asesinos traficantes comenzaron financiando campañas políticas en toda Hispanoamérica. Destacados “políticos” con boinas coloradas alcanzaron así el poder. Es imposible que no hayan sucumbido a la tentación de hacer lo mismo en Europa y Estados Unidos. La lenidad que apreciamos en el trato a esta actividad criminal pudiera no ser casual ni accidental. Constantemente se “escapan” (en los mismísimos juzgados) grandes narcotraficantes que desaparecen en el sumidero de la impunidad. Mientras, los políticos hacen solemnes declaraciones contra la posibilidad de legalizar las drogas, iniciativa –si fuera conjunta- que acabaría en un instante con el narcotráfico.
Mientras, siguen con las manos libres para pervertir y enganchar no sólo a los adolescentes, sino ya hasta a los niños. Amigo, ¿no le extraña que en los programas de humor se haga constante apología del consumo de drogas? ¿Y que ningún juez persiga a estos ”humoristas” propagandistas?
Luis Melero